sábado, 13 de septiembre de 2008

¿ COMO SE HIZO LA PELICULA MAMMA MIA - PARTE 3?

3. Música y coreografía
El salto del escenario a la pantalla planteaba muchos retos, sobre todo porque Benny Andersson quería que los actores interpretasen las canciones. El director musical Martin Lowe, que se unió al equipo de “Mamma Mia!” en 1999, dice: “Ponía el listón muy alto. Después de trabajar en el musical, sabía que las canciones requieren habilidad y estilo”. Martin Lowe supervisó las pruebas. También trabajó en Estocolmo con Benny Andersson y los músicos de ABBA para grabar la música con el reparto de la producción sueca y hacer los coros de los números de “Voulez-Vous” y “Gime! Gime! Gime!” A continuación trabajó con miembros clave del reparto antes de las grabaciones en estudio. Decidió ofrecer dos opciones a los actores para obtener la mejor interpretación. Los actores podían cantar en directo durante el rodaje o, si lo preferían, podían hacerlo en play-back.

El productor ejecutivo Mark Huffam dice: “Tradicionalmente, en las películas musicales se graban las canciones, y a la hora de rodar se canta en play-back. Pero en este caso, con estos fabulosos actores, decidimos ofrecerles ambas opciones. La mayoría de las canciones con mucha gente y números de baile están en play-back, pero gran parte de las canciones más íntimas están grabadas en directo”. Los actores estaban de acuerdo. Meryl Streep comenta: “Fue muy interesante trabajar con Benny y Björn cuando grabamos las canciones, pero eso ocurrió mucho antes de conocer a fondo a mi personaje y de saber cómo sería su entonación. Según avanzaba el rodaje y grababa en directo, descubría que cantaba con una voz diferente de la que oía por los auriculares. Mi voz había evolucionado. Me pareció una opción fantástica poder grabar en directo. La energía y el esfuerzo físico requeridos por la interpretación hacen que se cante de otra forma”. Colin Firth está de acuerdo: “Es difícil cantar un tema antes de establecer el personaje.
Una canción en un musical no es incorpórea, forma parte de la narrativa, y la interpretación debe encajar con el personaje. Hay que llevar la interpretación a la canción o viceversa”.
Pierce Brosnan elogia al director musical: “Martin me dio mucha seguridad. Vino a mi despacho en California y empezamos a cantar. Durante los meses siguientes, me limité a escuchar las canciones mientras llevaba a los chicos al colegio. Luego fui al estudio. Allí estaban Benny, Björn, Phyllida y Judy, y nada, a cantar. Les gustó como canté. Fue fácil. Por suerte, Stellan y Colin estaban conmigo y tenían tanto miedo como yo”.
“Creo que, sobre todo, me siento orgulloso de Dominic”, dice Martin Lowe, aunque el joven actor reconoce que pasó “momentos de pánico” antes conocer al director musical. “Se esforzó muchísimo. Ensayamos las canciones estrofa a estrofa, e intenté enseñarle a cantar como un cantante pop”.
Stellan Skarsgard disfrutó trabajando con sus dos compatriotas. Hablando de Benny Andersson y Björn Ulvaeus, dice: “Son muy tranquilos, muy suecos. Me animaron y me dejaron cantar a mi manera”.
Martin Lowe, Benny Andersson, Björn Ulvaeus y Phyllida Lloyd también estuvieron presentes durante las grabaciones de Amanda Seyfried. La joven actriz recuerda: “Fue una experiencia irreal. Tampoco me dirigieron mucho. Les gustó el tono y me dejaron mucha libertad”.
Martin Lowe recalca que muchas de las canciones son difíciles, como por ejemplo “I Have a Dream”: “La frase ‘I Believe in Angels’ cae en un corte”, explica. “Durante las pruebas, algunas chicas no lo conseguían. Por suerte, apareció Amanda. Cuando acabó la prueba, el operador y el técnico de sonido dijeron al unísono: ‘Es Sophie’, y no habían abierto la boca en todo el día”.


La directora Phyllida Lloyd añade: “Amanda consigue que todos queramos protegerla y que simpaticemos con ella desde el principio de la película. Se hace adorable inmediatamente”.
Fue un proceso agotador para todo el reparto. La productora ejecutiva Rita Wilson explica: “La música de ABBA es compleja. Las canciones son difíciles, muy melódicas y armoniosas. Nunca cansan. La música es exuberante, desinhibida. Las canciones parecen alocadas, tiernas, jóvenes y tontas, pero están envueltas en melodías de una sorprendente complejidad”.
Anthony Van Laast, el coreógrafo de “Mamma Mia!” desde el principio, tenía ganas de trasladar el musical del escenario a la pantalla. “El reto, tanto en el escenario como en la pantalla”, explica, “es que la coreografía se basa en la narración y en los personajes, para que parezca improvisada y espontánea, cuando en realidad está muy estructurada y estudiada”.
Al principio de la preproducción, el coreógrafo ensayó mucho con Phyllida Lloyd y sus bailarines para montar los números de baile de la película. Debía saber qué números podían funcionar, cuántos bailarines harían falta, dónde debía colocarse la cámara, etcétera. Anthony Van Laast conservó algunos de los movimientos del musical, pero en general volvió a coreografiar los números para la pantalla. Fue necesario para poder trabajar con el doble de bailarines y adaptar los números de baile para no interrumpir los diálogos.
Pensando en facilitar la transición, el coreógrafo prefirió volver a trabajar con muchos de los bailarines del musical original. Se movían con gracia y aprendían los pasos con facilidad, lo que ahorró tiempo y sirvió de apoyo a los actores principales.Con la ayuda de la segunda coreógrafa NICHOLA TREHERNE y del coreógrafo asistente TIM STANLEY, que habían trabajado en el musical durante varios años, los bailarines empezaron a ensayar semanas antes del comienzo del rodaje.
A pesar de que la actriz Christine Baranski ha trabajado en numerosos musicales en teatro y en cine, reconoce que estaba un poco alterada: “Cantar y bailar pone a todo el mundo nervioso, por mucha experiencia que se tenga. Es un género muy exigente. Hay que alcanzar una nota, seguir el ritmo, alzar la pierna, girarse y detenerse en el momento exacto”.
Sigue diciendo: “Cuando me comunicaron que tenía el papel, empecé a ir a clase de pilates y de gym-jazz para obtener mayor flexibilidad”.
Meryl Streep añade, riendo: “En realidad, lo he hecho para avergonzar a mis hijos veinteañeros. Se sentirán fatal viéndome bailar. Deberán mudarse a Alaska al menos. Bastará con que me vean vestida con el mono”.
Julie Walters dice: “No bailo mucho, pero es un número asombroso. Por mí, podíamos haber rodado durante semanas con esos guapísimos bailarines. Tenía un compañero de lo más atractivo haciéndome dar vueltas. Tampoco estuvo nada mal bailar con Stellan”.

Anthony Van Laast reconoce que le entusiasmó convertir a los actores en bailarines: “Aportan mucho realismo a los movimientos. Cuando trabajo con bailarines, es perfecto, los movimientos son fluidos, no hay cortes. Pero los actores dan carácter a los movimientos, no hay nada rutinario. He aprendido que se puede encontrar al personaje mediante el movimiento.
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Proxima y ultima entrega.-
Rodaje y vestuario >>
Tomado de la página butacanet y de abbafilos de youtube

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